La importancia de la pantalla

by - julio 03, 2025


 Actualmente podemos ver cine en muchas partes: en el aeropuerto, en el tren, de camino al trabajo, en casa en teles más o menos pequeñas o, por supuesto, en una sala de cine. Pero da igual si tu iphone 15 es nuevo y tiene la mejor calidad para ver películas. El debate que se abre es: ¿debemos ver cine en cualquier parte, o solo en donde fue planteado en un inicio, es decir, en una sala de cine?


Con el reinado de las plataformas de streaming como Netflix o HBO Max, entre muchas otras, el hecho de ver películas de buena calidad en casa se ha convertido en un plan casi más recurrente que ir al cine. Al final, desde el sofá de tu casa te plantas delante de tu TV, y pagando la cuota correspondiente al mes de la correspondiente plataforma, tienes acceso a un catálogo casi infinito de posibilidades. Tan infinito es, que incluso puedes perder más rato eligiendo qué ver, en vez de verlo. Y teniendo en cuenta que el tiempo libre que tenemos cada vez lo tenemos que repartir en más actividades sociales y lúdicas.

Por tanto, la experiencia de ver una película de calidad se convierte en algo muy cómodo. Pero ya no hablamos incluso de ver la última película de Martin Scorsese, por ejemplo, en casa. Si no que hablamos de verla en la pantalla de un móvil o de una tablet. ¿Es lo mismo que verla en el cine?

Hay directores como Christopher Nolan que promueven la asistencia al cine. Ya lo hizo en pandemia con el estreno de Tenet en pleno 2020, apenas unos meses después de que nos dejaran salir de casa. La última de este director es que el teaser de su próxima película, The Odissey (2026), que se estrena dentro de un año, solo pueda verse en los cines, antes de Jurassic World Rebirth (2025), es decir, no ha salido online. 

Matt Damon en The Odissey (2026)

Otro fan de defender el cine y la asistencia a las salas es Tom Cruise. Famoso es el caso de Top Gun: Maverick (2022), cuando echó la bronca a dos miembros del equipo de producción durante el rodaje por no respetar los protocolos sanitarios de seguridad (mascarillas y todo eso). La razón era que una película que podía volver a convertir en el cine en un espectáculo tras los años de pandemia, no se retrasara más o perdiera más dinero.

Tom Cruise en un fotograma de Top Gun: Maverick (2022)

Son dos posiciones dentro de la industria cinematográfica que muy claramente defienden la importancia de las salas de cine. Y es que la pregunta es; ¿es lo mismo ver una película en el cine que en una pequeña pantalla? No hay que posicionarse, pero hay varias razones que apuntan hacia una de las dos posibilidades.

El recorrido normal de una película pasa por su estreno en cines, y luego, tras unas semanas de recorrido en taquilla, desaparece de la cartelera. Dentro de otras semanas más, seguramente se pueda encontrar en alguna de las plataformas existentes. Los hay que buscan cine más mainstream o grandes estrenos, otros buscan cine más independiente. Sin entrar en si hay público (o clientes) para tanta variedad de plataformas, las películas se suelen ver en una sala de cine y luego ya en casa.

Pero ahora hay que añadir otra variante más: películas de gran presupuesto, incluso más que de las que se estrenan en cines, que van directamente a plataformas como Prime Video o Netflix. Básicamente porque son las que tienen el dinero para invertir en actores, directores y producciones tan grandes. En algunos casos, incluso se llegan a estrenar en cines, como fue la versión de Napoleón (2023) de Ridley Scott. En otros casos, solo en plataforma. 

Joaquim Phoenix en Napoleón (2023)

Esto es lo que convierte la experiencia de ver una película de gran presupuesto, que normalmente va acompañada de una experiencia colectiva en una sala de cine, a oscuras y con tu refresco y palomitas, en algo más casero. No está mal, pero desde luego el impacto y el detalle que se puede alcanzar en ambos visionados no es el mismo. 

El recuerdo de haber visto una película en el cine no es igual de impactante o de definitorio para una película como lo es verlo en tu casa o ya no hablemos de la pantalla del teléfono móvil. Para los cinéfilos, donde lo importante puede ser ver cine en el cine, la respuesta está clara. Para los que ven el cine como entretenimiento y nada más -y está bien- imagino que el lugar donde se disfruta de la película no es tan importante, sino que lo que se prioriza es entretenerse. 

Ahora cuesta más que hayan taquillazos, ya no hay fórmulas tan infalibles porque la oferta cinematográfica y de posibilidades de visionado es mucho más amplia. Esto resta impacto y sorpresa en muchos estrenos en una sala de cine, ya que quizás una película no se convierte en un éxito de taquilla en los cines, pero sí en su visionado en la plataforma que sea. Por tanto, el recorrido y el dinero que saquen las productoras cambia mucho en función de un caso u otro. 

Nadie tiene una bola de cristal para pronosticar cuál será la evolución del consumo de las películas y en qué pantalla. Lo que sí se puede adelantar, es que la pantalla donde esta se vea es muy importante, ya que puede determinar el impacto en la memoria de lo que vemos. El cine es arte, no solo un producto de consumo, y su lugar de origen son las salas de cine. Esperamos que nunca se pierda la importancia de la pantalla (grande).

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