¿Sabéis que es la pornografía? Seguro que sí. ¿Y la comida basura? Apuesto que también. Productos fabricados en cadena y a toda prisa para suministrar placer, ya sea viéndolo, comiéndolo o ambos, porque no, dicen que en esta vida todo es probar. Básicamente el objetivo que buscan es una respuesta inmediata y una rentabilidad al producto en cuestión. Y no, aunque lo parezca no me he equivocado de blog, de temática, ni de entrada. Este post, con un título tan cinematográfico, es la evolución, o más bien la visión desde otra vertiente, de una entrada anterior de este blog: la emoción del cine. La diferencia en este caso, es que estoy hablando de cine, pero no del porno, este que comentaba al principio, sino del otro. Aunque a veces, la diferencia es tan pequeña, que ya no sabes quién juega más contigo.

"El mayor problema de mi vida es que hay demasiadas series de TV buenas y no tengo suficiente tiempo para verlas todas"

La vida, nuestras vidas, están llenas de decisiones importantes; más pequeñas o más grandes, pero decisiones que nos hacen avanzar en la vida. Vivir va de eso, de tomar decisiones cada día y pasito a pasito, ir definiendo nuestro objetivo en esta Tierra. Decisiones como escoger la comida para el día siguiente y guardarla en el tupper, con qué camiseta combinar esos pantalones azules, darle un beso por primera vez a esx chicx que nos encanta, qué estudiar, cuando poner la lavadora y qué serie escoger cuando queremos empezar una. Decisiones que nos definen como personas y que marcarán nuestra vida en los próximos tiempos de manera que aún no somos capaces de comprender. Escoger una serie no es moco de pavo, puesto que tendrás que arrepentirte por haber "perdido" tiempo de tu vida en ver una serie que no te atrae nada, al menos un par o tres de capítulos, hasta saber si has acertado. Así que la pregunta es: ¿cómo escoger una serie?

Cartel de The Lone Ranger (El llanero solitario, 2013)

Estas últimas semanas he tenido poco tiempo, y en realidad, me da un poco de rabia porqué me gusta escribir aquí, y quiero seguir haciéndolo al ritmo de una entrada por semana como mínimo. Me gusta este rinconcito de mí y sé que a algunos también. Para mí, todas y cada una de las lecturas, así como de comentarios en este blog, significan algo. El tiempo de alguien, que además de leer, comenta sobre lo que he volcado yo aquí, sean mis pajas mentales o como se le quiera llamar, para mí es muy importante. En realidad me he dado cuenta que mi blog no va hacia la crítica clásica. No empecé con ninguna idea en particular, pero viendo el recorrido que llevo a cuestas (10 meses aprox.) hay poco de crítica usual. Pero hoy me voy a contradecir, y mostrando algo más de esas películas que se podrían resumir en un "yo contra el mundo", escribiré acerca de una que no tuvo el éxito que esperaban y que realmente es mucho mejor de lo que parece, y se merece una oportunidad, al menos de revisionarla. Hoy toca El llanero solitario (2013), o de The Lone Ranger para los amigos.

...a los productores de Inferno, señores Brian Grazer y Ron Howard.

En la última Fiesta del cine del 2016, el pasado miércoles 26 de octubre, acudí al cine a ver la tercera parte "basada" en el último libro de Dan Brown acerca de su personaje fetiche, Robert Langdon. Dicha película es llamada, como he dicho al inicio, Inferno. Convencí a mis acompañantes para que me acompañaran a ver esta película, a costa de otras películas igualmente sugerentes, como La chica del tren o Un monstruo viene a verme, entre otras. Como dato, mencionar que Marvel en una maniobra muy inteligente, estrena Doctor Strange justo dos días después de que acabe la Fiesta del cine, curioso.

No se me ocurre que vueltas darle a la introducción de esta entrada, así que voy a entrar al trapo. Desde que soy pequeño que tengo la misma emoción, y sé que no soy el único. Cuando voy al cine acompañado de amigos, o de mi pareja, también escucho lo mismo. Lo mismo acerca de los tráilers, las ganas de ver los anuncios de futuros estrenos antes de la película que quieres ver y por la que te has gastado dinero. Es una de las cosas que todavía retienen su magia cuando vas al cine. Todos esos anuncios previos que te cuentan los futuros estrenos de la mejor manera posible, en algunos casos, y en otros son auténticos despropósitos. Es un tema que me llama la atención, que incluso a gente que ni siquiera es muy cinéfila le interesen los tráilers. Hoy, toca esto.