Ya es Navidad. No tengo claro si este año es más importante el estreno de Star Wars: El Despertar de la fuerza, que Pablo Iglesias pueda ser presidente de España o que se celebra la Navidad en todos los hogares. Sea como fuere, que yo sepa todavía se festeja, así que voy a sumarme a esta fecha tan señalada (viva las vacaciones) y estaré unos días sin publicar entradas. Que conste que esto es sólo para hacerme el chulo, porque esta es sólo la segunda que escribo aquí. Sin embargo, quiero dejar los deberes hechos, y hablar de un extraño fenómeno que se repite año tras año en los cines de todo el mundo: esas estúpidas películas navideñas que se emiten y/o estrenan siempre por estas fechas.
Si, aunque parezca mentira no sólo se ha estrenado Star Wars esta pasada semana. Hoy se estrena -viernes es día de estrenos- la última película "perfecta" para estas fechas: Navidades, ¿bien o en família? con actores de la talla (nunca mejor dicho en su caso) de John Goodman o Diane Keaton. Además, si miráis muchas de las cadenas de TV durante la franja horaria conocida como de sobremesa, esa en la que la familia se junta para rendir cuentas con lo que quede de la comida, se emiten películas de un espíritu navideño que en otra época del año nos parecería estúpido, pero que sin embargo nos tragamos porque pega y porque toca.



No me quiero unir tampoco a esa corriente actual, que por aquello de salirse de la norma, reniega de la Navidad para expresar el amor y estar con los que nos rodean y queremos. Sólo quiero constatar el hecho de que las distribuidoras -y las cadenas de TV- aprovechan estas fechas para colarnos películas "basura" hechas deprisa y corriendo en el peor de los casos, para llegar a poder estrenarlas y sacar dinero, aprovechándose de la generosidad de nuestros bolsillos y de la empatía que sentimos por ver películas navideñas dónde todo está bien.
Me vienen a la cabeza Noche de fin de año (2011), Jack Frost (1998), Cuento de navidad (2009), Un padre en apuros (1996), Love Actually (2003), o Sólo en casa (1990). Que levante la mano quien no haya visto, cómo mínimo una vez, alguna de las películas mencionadas. Nos las ponen en la TV año tras año la mayoría de ellas, y siempre tienen éxito. Es un fenómeno curioso que sigan teniendo audiencia películas así, al final va a ser cierto aquello de que los seres humanos somos animales de costumbres. ¿De verdad desconectamos tanto las neuronas, cómo para verlas por el único motivo de que sean navideñas? No sé vosotros, pero yo necesito algún argumento más. Pero claro, nadie quiere ser el borde que cambia de canal en familia para ver la última de Christopher Nolan o una de acción de Sylvester Stallone.

Algunas de las películas navideñas más famosas

Esto lleva a otro problema. Estrenar películas en fechas en las que los padres y los hijos están libres -todos o casi todos estamos de vacaciones- conlleva aprovechar una tarde de compras en el centro comercial e ir al cine a ver una película para "todos", la última que esté de moda. Por tanto, las películas que se estrenan en estas fechas pretenden llevar al cine de forma indiscriminada a cuanta más gente mejor. Pero claro, ¿cómo hacer una película adulta, cuando quieres que tus hijos vayan al cine contigo y no se aburran/traumen? No todo el mundo es Pixar para marcarse un Del revés (2015) y dejarnos a todos boquiabiertos, sin importar la edad.

Voy a poner un par de ejemplos del año pasado, de como el cine espectáculo se ha adecuado tanto a lo políticamente correcto, que lo artístico queda en un segundo plano, prácticamente intrascendente:

• Exodus: la "personal" visión de Ridley Scott sobre el personaje de Moisés, interpretado por Christian Bale, en la que se edulcoró tanto al personaje y se redució a tal simplicidad, que a pesar de ser técnicamente perfecta y tener algunas ideas muy interesantes, todo se queda en un envoltorio bonito y ya. Scott, autor de cosas cómo Gladiator o Alien, con un claro componente más adulto pero sin renunciar a la calidad y al entretenimiento, se rinde aquí a lo que pediría un entregado público para ver una historia acerca de "Dios" en fechas tan señaladas.
• El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos: lo que hizo grande a El señor de los anillos, apenas se vio en las dos primeras partes de la trilogía del hobbit, y en la última parte, es llevado hasta el hastío. Nuevamente el director Peter Jackson trató de contentar a cuanta más gente mejor y dar lo que se espera de una película así: batallas alargadas y personajes simpáticos inventados, para que no quede tan seria y los niños no se nos aburran. Nuevamente el resultado artístico contrasta de forma desfavorable si se compara con la trilogía original de El señor de los anillos.

Cartel de El hobbit: la batalla de los cinco ejércitos