La emoción del cine

by - julio 09, 2016

Fotograma de Cinema Paradiso
Fotograma de Cinema Paradiso


Una de las secciones con más éxito de este blog es Críticas con emoción. Las películas de las que hablo, suelen tener bastantes visitas y realmente desconozco si es por la película en sí, o por el punto de vista más emocional y/o sentimental desde el que hablo. Sea como fuere, es verdad que cada vez que vemos una película, esta despierta unas sensaciones, unas emociones o sentimientos, incluso aunque sean de odio y de bochorno, a lo que se está viendo, pero las imágenes siempre nos causan una impresión. Como dice el refrán "una imagen vale más que mil palabras", y aunque no estoy del todo de acuerdo, puesto que unas palabras en un momento determinado nos pueden llegar más que una imagen, si que es verdad que las imágenes nos impactan. Entonces un conjunto de imágenes en movimiento nos impactarán aún más. De eso trato de hablar, de la emoción del cine.
¿Por qué lloramos con las películas? Una buena película que se precie, busca una reacción en el espectador. Ya sea hacernos pensar, remover nuestros valores o lograr que nos identifiquemos con los personajes de la obra en cuestión; todo eso son reacciones que tenemos cuando vemos una película. Dependerá del grado de experiencia o de talento de los responsables para que sea mayor o menor esta reacción en nosotros, y sobretodo, que perdure más o menos tiempo en nuestras mentes y corazones.

Gente pasando miedo en una sala de cine
Gente pasando miedo en una sala de cine

Me vienen algunos ejemplos en mente, tanto los que yo haya podido ver, como los que no he visto pero a la mayoría de personas le han tocado la fibra. Por citar algunos casos de obras que si he visto:
  • La pasión de Cristo: ejemplo de película que causó un gran revuelo. Se aplaudió y vilipendió a partes iguales. Esta película dirigida por Mel Gibson narraba el calvario de Jesús de una forma muy gráfica. El realismo que tenía la película tocó sensibilidades de una gran parte del colectivo cristiano, y encandiló también que una obra de esta temática tuviera tan buena acogida. La gente salía alucinando del cine porqué no se había visto nada parecido a un nivel tan mainstream como este caso. ¿Provocación? Dejó a poca gente indiferente. Sea como fuere, La Pasión de Cristo (2003) es todo un ejemplo de cine para remover a las masas, aunque fuera simplemente por el aspecto visual más que por lo que contaba, que ya lo sabemos muchos desde pequeños y lo hemos visto en infinidad de películas bastante más asépticos en la manera de exponer los mismos hechos. 
  • La lista de Schindler (1993): el holocausto nazi es siempre un tema sensible, porqué es real y no es tan lejano en el tiempo. Se ha tratado en multitud de películas, y podría mencionar otras como El pianista, La vida es bella o El niño con el pijama de rayas, pero he escogido esta obra de Steven Spielberg. Esta historia humana de salvación de vidas de judíos por parte de un empresario alemán, es de las que tocan la fibra. Te remueve de arriba a abajo y te deja claro de lo que es capaz el ser humano, de lo peor y de lo mejor. Liam Neeson borda el papel del alemán con conciencia y Ralph Fiennes lo clava como alemán despiadado. Aún no he logrado olvidar a la niña de rojo. Sientes el humo de los campos de exterminio y la desesperación de Neeson al final de la película, en la ya mítica escena donde se derrumba abrazando a Ben Kingsley, brutal. 
  • Memento (2000): de las que te dejan alucinando cuando las ves, por como juegan contigo durante la película, y como lo resuelven. Hay muchas con sorpresa al final que me vengan a la memoria, como Sospechosos habituales o El sexto sentido. Sin embargo, como soy fan de Nolan y me encanta su cine, he escogido esta. La historia del amnésico interpretado por Guy Pearce que quiere vengarse por la muerte de su esposa. Historia contada al revés en modo flashback, intercalando con el presente. Es de esas que no deberían de contarte, salvo para pedirte que la veas si o si. Sorpresa es lo que te llevas al final, y si, esas también despiertan emociones al verlas. 
  • El Rey León (1994): podría haber elegido Bambi por motivos obvios también, pero esta es tal vez de las más míticas y recientes. La versión de Hamlet llevada a la sabana africana. Gusta, te emocionas y empatizas con un león, si parece imposible por escrito, sólo tienes que pararte a ver esta joya de animación de 1994. Empatizas con animales de dibujos animados porqué los sentimientos de los personajes son muy humanos, casi más que nosotros. Por eso lloras cuando muere Mufasa y te interesa la historia de superación de Simba. ¿Cuando habían sido tan humanos los animales?
  • El indomable Will Hunting (1997): miedos y complejos, de esos que todos tenemos pero pocas veces nos atrevemos a sacar a la luz. Esta película disecciona en canal a un joven superdotado, para mostrarnos que tras la aparente perfección y superioridad intelectual de alguien como él, que tendría que sentirse afortunado por tener ese don, se esconde un chaval normal que sólo quiere ser comprendido y aceptado por como es y por lo que ha vivido. Brutal ejercicio de humanidad y cercanía en esta película con un guión digno de su merecido Oscar escrito a cuatro manos por Matt Damon y Ben Affleck. 
He puesto cinco ejemplos, como podría poner otros cuarenta. La carga de caballería de los Rohirrim en El retorno del Rey (2003), la muerte del capitán del Titanic en la película homónima de 1997, el final de American Beauty (2001) o el combate final y toda la escena posterior en Gladiator (2000). Hay ejemplos a manos llenas. ¿Por qué nos emociona una película? Los espectadores somos personas, y cada persona es ella y sus circunstancias. Por eso a todos no nos afectan por igual ni en la misma medida lo que las películas nos quieren hacer llegar. Mientras que unos pueden llorar a moco tendido con cualquier película romántica de trágico final, otros pueden alucinar con las escenas de batallas épicas, o agobiarse con una película de terror, cuestiones de la piel de gallina.

De izquierda a derecha, las emociones de la película de Pixar, Del Revés (2015)
De izquierda a derecha, las emociones de la película de Pixar, Del Revés (2015)

El secreto para llegar a la mayor parte del público, o lograr que este se identifique con lo que cuentas, no es ningún secreto de hecho. Cuando más universales sean los temas que trates, cuando más humanos y cercanos a todos puedan ser, más éxito tendrá la película en conectar con los espectadores. Por eso en el cine clásico las grandes historias eran tan taquilleras, porqué mostraba a personajes que representaban grandes valores humanos: lealtad, heroísmo, sinceridad, sacrificio, familia, amistad. Sin embargo, no hace falta irse muy lejos. Grandes éxitos de taquilla del cine moderno, hablo de por ejemplo Titanic, Avatar, Star Wars, Los Vengadores o Frozen, que aparte de la capacidad para transportarnos a épocas pasadas o a lugares imposibles, contienen este tipo de valores y emociones en sus historias, que no dejan de ser los mismos que ya había en los clásicos de la literatura. 

Como ejemplo opuesto a lo que explico, películas que a pesar de ser buenas o incluso joyas del séptimo arte, no tienen el recorrido de otras aparentemente inferiores. Obras que han pasado sin pena ni gloria, e incluso incomprendidas, me vienen dos a la cabeza de ejemplos contrapuestos: El árbol de la vida de Terrence Malick (2011) y Margin Call (2011). La primera habla de la vida, tal vez un tema demasiado trascendental para muchos de nosotros que no buscamos esa intensidad ya de antemano, cada uno tiene su propia visión de la vida y no siempre apetece ver el punto de vista de un autor como Malick. En el segundo caso, Margin Call habla del inicio de la crisis financiera y de como los que se movían en el mundo financiero, jugaron con el dinero de la mayoría de nosotros. Es complicado empatizar con personas por las que no sientes ningún tipo de aprecio e incluso te dan rabia. Dos ejemplos de como una buena película, por no tratar adecuadamente temas de interés, acaban olvidadas. 

Amor, miedo, odio, alegría, felicidad, rencor, tristeza y otras muchas emociones (parecen los personajes de Del Revés, 2015) son las que copan las grandes historias humanas, y en este caso, del cine. Intentando responder a la pregunta clave en todo esto: ¿por qué nos emocionamos con el cine? Porqué nos creemos lo que nos cuentan, porqué podríamos llegar a ser ellos, porqué tras toda esa parafernalia que pueda haber en una película, tras toda la fantasía, son tan humanos como nosotros, y eso emociona.

No suelo ponerme tan reflexivo, pero en mi situación personal actual, me he dado cuenta que ciertas películas me tocan más la fibra que otras, y me emocionan más que hace unos años. Ya sea por todo lo que he vivido en los últimos años, por mis circunstancias o por la historia de mi vida, pero aquí estamos, me emociono con el cine, y eso es bonito porqué me hace humano.

XOXO SoldieRyan

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9 comentarios

  1. Hi!
    Yo no soy cristian@ y la Pasión de Cristo me tocó fuerte. Madre mía!!! Pobre tipo.
    La Lista de Schindler no sé si es porque nos han empapado tanto de los malos que fueron los nazis que la vena sensible pues se me ha endurecido con este tema. Me tocó más Savior de la guerra de los balcanes.
    El final de American Beauty O_o madre....
    Yo me emocioné mucho con Apocalipsis Now es una de esas en que te deja unos cuantos días dándole a la olla, la escena "esa" de Platton y sí, podríamos hacer una larga lista de momentos mágicos.

    Grande Soldie :)

    PD: No se porque pero todos los planos de Shyamalan anterior a La joven del Agua me entraban cosquillas...

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    1. Hola!

      Curioso lo de Shyamalan...la verdad es que era un poeta, antes, ahora ya se ha comercializado demasiado, pero en sus primeras películas (El sexto sentido, El protegido o Señales) hay imágenes muy potentes, ahí están.
      Curioso lo de Apocalipsis Now, a mi me resultó aburrida, tal vez la vi demasiado joven por aquel entonces. Tendría que revisionarla.

      Gracias por comentar, estimado cogín :)

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    2. Pues deberes para este verano. Ver Apocalipsis Now una gran obra maestra :)

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  2. El Rey León no me emocionó, igual pq me pilló grande o pq Hamlet en sí no me emociona. De Disney hay otras pelis que me llegan mucho más, Bambi, por supuesto, pero sobre todo Dumbo.

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    1. Hola! Yo hablo desde mi punto de vista, pero está claro que Bambi o incluso Dumbo (aunque esta no la recuerdo demasiado) también son de los grandes clásicos. La muerte de la mamá de Bambi traumó a unas cuantas generaciones.

      Saludos :D

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  3. Te recomiendo que te repases Dumbo!

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  4. ¡Hola!
    Una gran entrada, que me ha gustado y emocionado de tal modo que hasta alguna lagrimilla que otra estoy soltado. Las pelis que mencionas, a mí me gustaron muchísimo. El cine es una forma impresionante de crearnos esas emociones que comentas. También me las produce un libro, pues me meto de lleno en la historia.

    La muerte de la mamá de Bambi, es de las que más tristeza me ha causado. Lo pasé muy mal, tan mal, que no había forma de consolarme. "El rey León", es una joya! Y es que "Hamlet", es una mia pelis favoritas. Pero he de decir que la versión que protagonizó Mel Gibson. Hace tiempo un bloguero me invitó hacer un Tag con las emociones de la película "Inside Out" y la verdad es que el resultado fue genial!

    Saludos!

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    1. Hola!
      Que me digas que te hago soltar la lagrimita es el mejor cumplido que me pueden escribir, en este contexto, claro. Desde luego el cine es una herramienta única para tocarnos al corazón, y la grandeza es que a cada uno le puede emocionar una cosa distinta, porqué cada uno lleva su historia a cuestas.

      No he visto la versión de Gibson sobre Hamlet, pero si que tengo buenas referencias. Ya me explicarás eso de hacer un Tag con las emociones, que tengo curiosidad.

      Saludos!

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    2. Buenos días, Adonai!
      Te recomiendo que veas la versión de Gibson. Para mí fue desgarradora. Aquí puedes ver lo que es el Tag que te comenté.

      http://cronicasdeeowyn.blogspot.com.es/2015/11/inside-out-mis-cinco-peliculas-traves.html

      Saludos!

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