Instantes de cine: Salvar al soldado Ryan

by - junio 21, 2017

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A poco más de un mes para el estreno de la próxima película bélica de Christopher Nolan, Dunkerque, ambientada en uno de los episodios menos conocidos de la Segunda Guerra Mundial: la evacuación de las tropas aliadas de Dunkerque, en Francia, que estaban siendo asediadas por los alemanes. Seguro que nos brindará muchos momentos épicos, muy de la marca del director, pero no es la única película ambientada en esa contienda que tiene escenas memorables. Y sí de escenas memorables que se han quedado en ma memoria cinéfila de todo el mundo hay que hablar, obviamente se tienen que mencionar los primeros 10 minutos de esa joya del cine que es Salvar al soldado Ryan (1998), obra y gracia de un maestro del séptimo arte: Steven Spielberg. Para los despistados, me refiero al Desembarco de Normandía.

En esta sección he hablado de escenas de algunas películas, que a mí personalmente me han llegado a lo más hondo, o que han conectado de alguna manera conmigo. Quedarse grabadas en mi retina, también es motivo suficiente para aparecer aquí. Y el caso de esta película, y de esa escena en concreto, tiene motivos más que de sobra. Protagonizada por un elenco estelar, cuyo cabeza de cartel fue Tom Hanks, Salvar al soldado Ryan marcó un antes y un después en la manera de recrear la violencia en las películas del género, y en el cine en general.



La escena en cuestión, muestra el sangriento desembarco por parte de las tropas aliadas en las playas de Francia, concretamente en una playa cuyo nombre en clave fue Omaha. Si uno lee un poco de historia, o bien también sirve disfrutar de una buena película histórica, sabrá que la estrategia de los Aliados pasó por hacer un desembarco masivo, previa maniobra de distracción y de mensajes contradictorios para que los alemanes se confundieran. En ese desembarco murieron miles de soldados sin apenas tocar la arena de la playa.

El nerviosismo previo, la tensión, las ganas de vomitar; todo queda perfectamente retratado en los instantes anterioes al desembarco. Nos trasladamos a las lanchas acorazadas que llevan a las tropas aliadas a la playa de Normandía. Se dan las últimas instrucciones a unos soldados sucios y la cámara se mete dentro de una lancha, para mostrar los rostros de cada uno de los soldados y ponerles rostro a muchas de las personas que morirán hoy. Tom Hanks está entre ellos, y un tic lo acompaña en esos momentos, puro nervio. Empiezas a ponerte nervioso.

Lanchas de desembarco en Salvar al soldado Ryan


Suena el silbido que marca el inicio del ataque. Se abren las primeras compuertas en las lanchas y los soldados son recibidos por una lluvia de disparos, que convierte en cadáveres casi instantaneamente a los primeros hombres que intentan pisar la playa, sin bajarse de sus lanchas. Caen como moscas, y las balas silvan hasta dentro del agua. Algunos hombres saltan al mar antes de llegar a la playa, para evitar así morir acribillados. El peso de su equipo, los arrastra también a la muerte. 

Algunos desembarcan, los menos, y logran parapetarse tras los obstáculos que el ejército alemán ha colocado en la playa para impedir el desembarco de tanques y artillería pesada. Irónicamente, sirve de protección a los Aliados. Soldados asustados y gimoteando, completamente encogidos, cuerpos que caen desmembrados por las balas de ametralladoras que atronan en los oídos del espectador. Explosiones por dóquier que hacen que la arena de la playa se tiña de rojo, y salpique la cara de un Tom Hanks, que por unos momentos se muestra tan pérdido y desorientado como el espectador; demasiada muerte para asimilar.

Alemanes disparando a los soldados aliados que desembarcan en la playa


Los hombres llaman a gritos a unas madres que no vendrán a buscarles mientras se les escapa la vida por las heridas, algunos con los intestinos en las manos. Siguen desembarcando y muchos mueren sin avanzar apenas unos pasos. Los médicos van de cuerpo en cuerpo, llenando de morfina a los que no tienen solución, que son muchos. 

Esos primeros instantes te dejan boquiabierto, y casi sin respiración. Tanto realismo, tanta muerte sin precedentes. 

Los aliados avanzan tras un montículo de la playa, y van llegando poco a poco. Los alemanes a lo suyo, siguen disparando a todo lo que se mueve por la playa. Sobrevivir es casi una cuestión de suerte, como comprueba un soldado que recibe un disparo en la cabeza con casco, y al quitárselo para comprobar su estado, recibe otro que lo fulmina. O un operador de radio, que tras varias explosiones a su lado, la última termina por dejarle sin rostro.

La grandeza de esta escena, de toda ella, reside en que los soldados son personificados y no son simplemente extras que van y vienen por el escenario. El realismo está tan conseguido que cada hombre que ves muriendo, te impacta. Realmente será lo más cerca que se pueda estar de la guerra en una película.

La playa de Omaha llena de soldados aliados


Por fin, las tropas aliadas logran hacer brecha en las defensas alemanas, y llegan al pie de los enormes búnkeres de piedra desde donde están acribillando a sus compañeros de armas. Con una sangre fría increíble y un poco suerte, derriban a los primeros alemanes. Ya poco a poco el avance es imparable, y aunque siguen muriendo soldados en las barcazas de desembarco, han logrado penetrar en las defensas alemanas y empiezan a matarlos sin piedad, literalmente.

Ejemplos de la crueldad humana, como matar a prisioneros que se rinden, o darles muertes horribles como quemarlos vivos. En la guerra, todo vale. Uno de los soldados del pelotón de Hanks, se derrumba ante un ataque de ansiedad tras matar a unos prisioneros alemanes a sangre fría. Los soldados son humanos, no máquinas de matar, queda claro en esta película. 

tropas aliadas llegando a los búnkeres alemanes salvar al soldado ryan

Pocas veces una escena bélica había logrado transmitir tanto, con tan poco alarde de sentimentalismo. Sin banderas ondeando al viento, sin grandes discursos con frases grandilocientes y sin música sonando de fondo para aportar intensidad. Cámara, hombres y guerra, no hace falta nada más para dejar al espectador alucinando. 

En mi caso, lo consiguieron. Pocas veces había visto algo similar en una película por aquel entonces. Luego Salvar al soldado Ryan marcó escuela para el resto del cine bélico que vino después. Pero vivir esta escena por primera vez, es una experiencia vital irrepetible. Lástima que no se consigan últimanete cosas como esta en las películas. Algo así como cuando ves La comunidad del Anillo (2001) por primera vez. No en vano, este blog lleva el nombre que lleva. 

Y tras ver el Desembarco de Normandia sugerido por Spielberg en su película, queda claro que la guerra es de todo, menos bonita. Esa versión edulcorada que Hollywood se había empeñado en vender en sus películas, queda aquí cortada de cuajo. Es simplemente una bestialidad, una brutalidad y una desgracia cada vez que a la humanidad le toca vivir una. 

Películas como Salvar al soldado Ryan nos recuerdan lo terrible que es la guerra.

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2 comentarios

  1. Hola Adonai,
    "Salvar al soldado Ryan", la vi en el cine. El comienzo me puso los pelos de punta. Está rodada magistralmente. Soy muy fan de Nolan, y estoy desando ver "Dunkerque", desde que vi el tráiler. Me gustan los directores que cambian de registro y no temen a nada.

    ¡Un saludo!

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    1. Buenos días Éowyin!
      Que suerte tuviste de disfrutar esa peli en el cine, yo era quizás demasiado pequeño, pero el comienzo me impactó igual, de esos que dejan huella. Hace tiempo que no recuerdo esa sensación al ver una película. En Dunkerque todos tenemos muchas esperanzas puestas, a ver que tal, que las expectativas también son malas.

      Saludos!

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