Crítica con emoción: Spotlight

by - marzo 05, 2016

"Rompe la historia, rompe el silencio" reza la película
"Rompe la historia, rompe el silencio" reza la película

No hace ni una semana y yo aquí sin hablar de la ganadora de los Oscar de este año. He escuchado por ahí, hablando con gente, que Spotlight no es tan buena, incluso he llegado a escuchar que es aburrida. Estamos tan acostumbrados a los superhéroes, a las comedias absurdas y a las aventuras huecas que cuando nos plantan una obra maestra, nos parece aburrida. La verdad es que voy a "aprovechar" un poco el tirón de que sea la ganadora de la última edición de los Oscar, que entre otras cosas, será recordada por la que Leonardo DiCaprio finalmente ganó su premio. Una pena, se acabaron los memes. En definitiva, además de acertar en mi predicción de mejor película, creo que se puede hablar largo y tendido de ella. Absteneros sensibles de estómago o amigo/as de la iglesia católica.






Antes de entrar en maniqueísmos, vamos a exponer el argumento de la película en cuestión:

Son finales de los 90 y primeros de la década de los 2000. La sección Spotlight del periódico Boston Globe coge el caso de un presunto abuso sexual a menores por parte de un cura de la iglesia católica de Boston. Lo que empieza siendo un caso menor, acaba convirtiéndose en un escándalo a nivel nacional y cambiando la vida de los periodistas implicados. Basada en una historia real. 

El argumento podría parecer el típico de una aburrida película de periodistas. Nada más lejos de la realidad. Quiero aclarar que yo mismo soy creyente, pero nada tiene que ver con la iglesia católica. Mi opinión se basa meramente en las emociones que me ha transmitido la película y los hechos que en ella se cuentan.

De entrada, lo que se te podría olvidar es que esto es un caso real, y casi que prefirirías olvidarlo a tenor de los hechos. En este caso, los spoilers tampoco importan demasiado, puesto que la historia se sabe de sobra como acabó. Para quien tenga interés, el reportaje ganó un premio Pulitzer. Aquí dejo un resumen de lo publicado.

Uno de los grandes atractivos de la película es el pedazo de reparto que ha juntado Thomas McCarthy para la película. Estamos hablando de gente de la talla de Michael Keaton, Mark Ruffalo, Liev Schreiber, Rachel McAdams o Stanley Tucci. Es un placer ver desfilar en pantalla a estos personajes, que además, están perfectamente interpretados. La verdad es que hacia tiempo que una película con tan poco me daba tanto. No cuenta con efectos especiales, grandes escenarios, muchos extras o batallas espectaculares. Es una historia tan real como la vida misma, y seguro que peor aún en la vida. 


El reparto de la película, de izquierda a derecha: Michael Keaton, Liev Schreiber, Mark Ruffalo, Rachel McAdams, John Slattery y Brian d'Arcy James
El reparto de la película, de izquierda a derecha: Michael Keaton, Liev Schreiber, Mark Ruffalo, Rachel McAdams, John Slattery y Brian d'Arcy James

En primer lugar la seriedad e imparcialidad con que se cuentan los hechos es una forma genial de mostrar al espectador lo que pasó. Como tirando de una cuerda, se desata el gran ovillo que ocultaba todos los tejemanejes de la iglesia católica. Desde un cura, acusado presuntamente de abuso sexual a menores, que lleva a los periodistas a la cifra de 97 sacerdotes acusados. Como la iglesia oculta la información, como lo sabía la propia ciudad, los propios vecinos, como asumían esos hechos hasta casi normales para justificar la presencia de la iglesia católica en sus calles. Gente que podrían ser nuestros vecinos, abusando de niños y niñas, inocentes. Contrasta la frialdad con que se expone la película con la dureza de los hechos, es el propio espectador el que decide como tomarse lo que le cuentan.

La historia periodística de investigación y búsqueda es además excepcional e intensa. Seguimos paso a paso las pesquisas de todos los miembros del equipo Spotlight, las relaciones personales entre ellos y su vida fuera de los despachos del periódico. Especialmente me tocó la fibra la relación entre Rachel McAdams y su madre, como una señora mayor debe darse cuenta de que todo en lo que creía, no era tan puro y santo como parecía, brutal.

Thom McCarthy dirigiendo a Rachel McAdams
Thom McCarthy dirigiendo a Rachel McAdams

El discurso de Ruffalo al darse cuenta que la historia no se publicará tan pronto como creía, la actitud del presidente de la fundación de las víctimas de la iglesia, impotente, las víctimas con sus traumas, todo es tan humano que asusta. No sé si han edulcorado algún hecho para que cinematográficamente emocione más, como el extraño cambio de actitud del amigo de Keaton al final de la película, pero sea como fuere está bien insertado.

A mi la película al final me dejó alucinando. Te alegras, sientes alegría porque se destape todo eso, porque el reportaje de Spotlight permita sacar a la luz un tema tan importante, pero también sientes rabia a que cosas así hayan sucedido durante tanto tiempo y en tantos sitios. Al finalizar la película, sale un listado de los lugares y países donde ha habido al menos un caso. La lista te deja helado.

Personalmente no entiendo como la gente en Boston, por citar el ejemplo de la película, podía ver esto como normal e incluso callarlo u ocultarlo. La propia iglesia ni siquiera era capaz de sancionar a estos delincuentes sexuales, porque lo son. Los trasladaban o los ponían en baja por enfermedad, excusas de ese tipo. El submundo de los juicios, los tratos y acuerdos a los que la iglesia llegaba con las víctimas para tapar los casos. ¿Cuanto dinero vale abusar de un menor? Eso no se puede pagar con dinero.

Acabas la película y la sensación es un poco de rabia. Desconozco si el director o los guionistas pretendían esto, pero por la claridad expositiva con la que se narran los hechos, salvo que seas una persona sin corazón, te implican porque sabes que eso podría estar pasando en tu barrio, en tu ciudad, o que le puede pasar a gente como tú querido lector, o como yo. La variedad de perfil de las víctimas es apabullante, y el miedo "al que dirán" la película lo muestra con total claridad.
El debate incendiario que se podría extraer de aquí acerca de la iglesia católica, daría hasta para un libro entero, una serie de televisión, o unas cuantas películas más.

portada del Boston Globe con el reportaje publicado

Resumiendo lo que nos concierne: Spotlight no engaña, es cine periodístico elegante y directo, con actores en estado de gracia, no en vano se han llevado algún que otro premio coral. La recomiendo y es más que justa merecedora del premio Oscar a la mejor película que le han dado, y que como decía al inicio de la entrada, pronostiqué. En una sola palabra: Emocionante.

Esperemos que este tipo de cine no se pierda, ya que a pesar de que los blockbusters siempre son entretenidos, también es importante que se mantenga la calidad en el cine y sobre todo, que la Academia de Hollywood -esos señores que dan los premios- lo reconozca.
Sólo para terminar, una cita extraída de la propia película:
"Lo sabían, y dejaron que ocurriera. Podrías haber sido tú, podía haber sido yo o cualquiera de nosotros". Brutal


XOXO SoldieRyan

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2 comentarios

  1. Cuando supe de la película me hecho para atrás la coletilla "basada en hechos reales", que normalmente es sinónimo de cine simplón y aleccionador, pero estoy leyendo tantas críticas positivas hacia Spotlight que se que caerá tarde o temprano.

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    1. Hola, gracias por comentar!

      Creéme, esta era una de las que menos ganas tenía de ver de las nominadas a los Oscar este año, sin embargo, después de echarle el ojo, entiendo todas las buenas palabras. Merece la pena, no hay mucho más que decir.
      Un saludo y nos vamos leyendo :)

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