¿Qué ha pasado con las películas de DC?

by - febrero 26, 2020

Imagen de los personajes de Liga de la Justicia al completo
Liga de la Justicia al completo

Mucho se ha hablado del nuevo enfoque que DC le está dando a sus películas. Desde que no tienen un estilo claro, hasta que intentan copiar o bien a la trilogía de Batman de Cristopher Nolan o que se inspiran demasiado en Marvel. Con el estreno de Birds of Prey (2020), o conocida en España como Aves de presa o la fantafabulosa emancipación de Harley Quin, esto todavía se ha hecho más patente. Está claro que las películas de DC no tienen un estilo tan claro ni un éxito tan unánime como los cómics en los que se basan. La pregunta es: ¿es necesariamente malo que DC no tenga un estilo? 

El tono de Zack Snyder


Este post está centrado en las películas, si quieres cómics puedes consultar tiendas como esta y comparar tú mismo si te gusta más la viñeta o bien el cine. 

Partamos de la base de que el nuevo universo DC se constituye a partir de El hombre de acero (2013), esa película dirigida por Zack Snyder y quien, a priori, iba a ser el máximo responsable de este universo compartido, a lo Marvel, de lo que en DC querían hacer. 

El hombre de acero es una película de orígenes sobre Superman -interpretado por Henry Cavill- y que se asejemaba bastante en cuanto a tono e incluso tonalidad a la trilogía en la que Nolan redefinió el concepto de superhéroe y al personaje de Batman. Muchos criticaron que la película era demasiado seria para tratarse de Superman, sin embargo, yo me encuentro entre los defensores que se emociona con muchas de las escenas de la película.
Es cierto que tenía un tramo final un tanto abarrotado de acción, pero es que era la primera película en la que por fin se veía a Kal-El desatar sus poderes de manera brutal, destrucción de ciudad incluida.



Este tono podía gustar más o menos, pero estaba muy diferenciado del que utilizaban en las películas de Marvel en ese momento, mucho más colorido y familiar. Parecía que esa sobriedad y oscuridad -en algunos casos malentendida- iba a ser el sello del cine de DC. Al menos, si nos basamos en las películas inmediatamente posteriores como Batman V Superman: el amanecer de la Justícia (2016) o Escuadrón Suicida (id). Esta última, tal vez empezó a mostrar claramente que el estilo de Snyder no era aplicable a todas las historias.

El cambio de Wonder Woman

No fue hasta Wonder Woman (2017) cuando parecía que habían tomado nota y se habían distanciado un poco de esa seriedad que Snyder se empeñaba en querer darle a sus personajes (Batman y Superman). Precisamente la película de Patty Jenkins fue un taquillazo y aunque se trataba de otra película de orígenes, el carisma de Gal Gadot como la Mujer Maravilla y su química con Chris Pine, convirtieron a Wonder Woman en una muy entretenida película de aventuras superheróicas, muy alejada de El hombre de acero en cuanto a tono.



Y todo debía culminar de manera magistral y acelerada con Liga de la Justicia (2017), esa pelicula que reunía a Batman, Superman y Wonder Woman -ya presentados en las películas previas- junto a Flash, Aquaman y Cyborg, que eran introducidos en esta. 

Sin embargo, algo salió mal y Liga de la Justicia, más allá de no ser la obra cumbre que debería haber sido en cuanto a importancia (reunir a todos los personajes emblemáticos de DC al estilo Vengadores de Marvel) tenía serios problemas de tono. Esto puede deberse al cambio de director, pasar de Zack Snyder y su solemnidad y sobriedad forzadas -o no- al estilo "más Marvel" de Joss Whedon, que no en vano fue precisamente responsable de Vengadores (2012).
Se alegaron motivos personales por el cambio de director, pero esta substitución convirtió a Liga de la Justicia en algo extraño, un híbrido. Mantenía algunas constantes en la obra de Snyder, algunas gotas de su estilo que el director había conseguido encajar muy bien en El hombre de acero y Batman V Superman, con un tono cercano a Marvel, que era muy extraño al no encajar con lo visto anteriormente.



El cambio no le sentó bien a DC, que decidió de alguna manera resetear lo que se estaba haciendo. Las películas que vinieron después empezaron a alejarse y tener identidad propia, es decir, se eliminó la idea de que toda obra surgida del universo cinematográfico de DC, tenía que estar cortada por el mismo patrón. Esta decisión sentó muy bien a Aquaman (2018), una loca película de aventuras más cercana a la fantasía psicodélica que a nada parecido del estilo Snyder, o Shazam! (2019), cine casi inocente de superhéroes para un nuevo personaje de la casa.

El futuro (y el presente) de DC

A continuación, lo que se viene presentando, empezando por la secuela de Wonder Woman, WW 1984 (2020) o la mencionada al inicio de este post, Aves de Presa, también parece separarse totalmente y de manera individual, de esta identidad global que se suponía que debían tener las películas de DC. Incluso una de las mejores películas del año pasado, Joker (2019), aparentemente no vinculada al universo DC pero centrada en uno de los más icónicos. 

Siempre he sido un firme defensor de que es perfecto que Marvel haya encontrado su tono -y le funcione de maravilla- y de que DC tenga su propio sello, totalmente diferenciado del que puede ofrecer la competencia. En la variedad está el gusto y es incluso valiente que en su momento, DC se alejara totalmente de lo que ya ofrecían las películas de Marvel para intentar crear algo diferente -claramente inspirado en el cine de Nolan, que abrió puertas.



La decisión actual, parece clara: DC está centrada en que cada personaje y película tengan un tono que encaje a la perfección con lo que quieren contar, es decir, cada obra tiene su personalidad. Esto funciona como una manera de diferenciar personajes e incluso también de dar un "estilo global". En vez de cortar todas las películas por el mismo patrón como Marvel, el hecho de que cada personaje de DC tenga un estilo apropiado para su historia, termina siendo un patrón que se está repitiendo desde la primera Wonder Woman. 

Habrá que ver cómo es la nueva The Batman (2021) que se está preparando con Robert Pattinson en el papel del hombre murciélago, y si realmente por fin encuentran un nuevo tono que darle a Batman, alejado del que creó Nolan. 

Al final, reinventarse es algo valiente y para DC ha sido todo un ejercicio de responsabilidad que ha implicado cambiar fechas, cancelar proyectos y apostar por otros. En el horizonte cercano están la película centrada en Flash, la secuela de Aquaman y la de Shazam!. Y ahora, habrá que ver cómo encaja Superman en todo esto y si habrá una nueva Liga de la Justicia que, esta vez sí, sea la buena.

Para todo lo demás, nos seguirán quedando los cómics. 

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