Los descendientes: dejar todo atrás

by - enero 31, 2018


La vida plantea situaciones en las que a veces poco o nada podemos decidir, simplemente pasan y se afrontan lo mejor posible. Los descendientes (2011) es una película de Alexander Payne, protagonizada por George Clooney y por Shailene Woodley antes de saltar a la fama con la defenestrada saga Divergente. Habla de la aceptación, de la pérdida y de vivir lo mejor que se pueda con lo que se tiene. Y en realidad, un poco sobre las decisiones. La família, también está por ahí como tema. En definitiva, una serie de temáticas muy interesantes y que vale la pena desgranar.

Y seguimos con las lecciones que se pueden encontrar en una película. Tras La llamada (2017) y Cuando todo está perdido (2013), en esta ocasión toca hablar de Los descendientes
El argumento plantea una situación muy difícil para cualquier persona. 

Clooney interpreta a Matt King, un exitoso abogado que está absorvido por su trabajo y no ha cuidado de su matrimonio, ni de sus hijos. Todo da un vuelco cuando recibe la brutal noticia de que su mujer ha tenido un grave accidente y se ha quedado en coma. Es en ese momento cuando debe dejarlo todo para ponerse al día con lo que se ha estado perdiendo, como el hecho de que su mujer tuvo una aventura con otro hombre. Acompañado por sus dos hijos, Shailene Woodley es la mayor, y el mejor amigo de esta, emprenderá un viaje para reconciliarse consigo mismo y con su família.




La película está ambientada en Hawai, lo que termina siendo un personaje más de Los descendientes. Los impresionantes parajes de la isla, dotan a este film de una personalidad única. Pero aquí lo importante son las personas, como en la vida misma. La historia que cuenta Los descendientes ganó el Oscar al Mejor Guión Original, de hecho. 

Todos los elementos están colocados con la intención de saber cómo hacer avanzar a los personajes. Clooney está estupendo como hombre corriente superado por las circunstancias. Y él también termina aprendiendo la lección que plantea la trama. Pasar por algo tan grave como es el accidente de tu pareja, y enterarte que además, te ha sido infiel, presenta un debate interno muy serio que la interpretación del actor no hace si no reflejar perfectamente.

George Clooney y Shailene Woodley en un instante de la película
George Clooney y Shailene Woodley en un instante de la película
Ante una situación como la que se narra, se debe pasar por las diferentes fases: enfado o rechazo, aceptación y la que quizás sea más importante, dejar ir. Es decir, George Clooney primero no comprende como su mujer ha sido capaz de hacerle eso, segundo, empieza a comprenderlo y a aceptarlo, y tercero, termina por entender que lo mejor es dejar que su mujer se vaya. El proceso de adaptación de cualquier "pérdida" de un ser querido.

Shailene Woodley es el reflejo perfecto de una hija que durante los últimos años apenas ha tenido la atención de sus padres. En una escena muy significativa, Matt King, el personaje al que da vida Clooney, se da cuenta que no sabe nada acerca de la vida de su hija y que para él, es prácticamente una desconocida. El camino que inician los dos -junto al hijo pequeño- para encontrar al hombre con el que su mujer tuvo la aventura, es lo que terminará por unirlos.

Aceptar que las cosas son como son, y que poco podemos hacer para cambiarlas si escapan de nuestro control, es clave para vivir más en paz con nosotros mismos. Un dilema moral tan interesante como el que tiene Los descendientes es la excusa perfecta para poner sobre la mesa temas que normalmente, nos da miedo enfrentar, porque ¿qué harías tú si tu pareja te ha sido infiel, pero está en coma? ¿La odiarías o te podría el amor que sientes por esa persona?

Shailene Woodley y Nick Krause, el mejor amigo de ella en Los descendientes
Shailene Woodley y Nick Krause, el mejor amigo de ella en Los descendientes

Precisamente, el hecho de ser una persona exitosa en su trabajo, no convirtió al protagonista en un marido estupendo ni en un padre ejemplar, al contrario. Lo que podría resumirse como que lo más importante al final, es pasar tiempo con tu família o tus seres queridos, el trabajo viene y va, pero las personas con las que compartimos vida, merecen nuestra atención. 
Por eso es tan importante que el protagonista de Los descendientes tome la decisión de ir a por el hombre con el que se acostó su mujer, y que luego resulta que no es ni mucho menos mejor que George Clooney, lo cuál le resulta desconcertante. Es más sencillo para nosotros entender que nuestra pareja sea infiel con alguien mejor que nosotros, que con alguien que simplemente no merece ni nuestro respeto.

Mucho más humillante es que precisamente ese hombre, interpretado por Matthew Lillard, ni siquiera viera a la mujer de Clooney como algo más que una aventura, cuando ella estaba dispuesta a pedir el divorcio. Y entonces, ella tiene un accidente que la deja en coma. Paradojas de la vida. 

El final de la película es todo un ejemplo de evolución, de aceptación y de avanzar. Porque para avanzar, hay que dejar atrás aquello que te arrastra, las luchas internas con nosotros mismos y con los demás que gastan nuestra energía y nuestras ganas de hacer cosas, de cumplir sueños o simplemente, de compartir el tiempo con los que de verdad nos importan. Y por eso, avanzar implica dejar ir, soltar. George Clooney lo representa muy bien en el momento en el que decide que para seguir viviendo junto a su recién encontrada família (sus dos hijos) y con los que ha compartido tanto, debe dejar ir a su mujer. 

George Clooney despidiendo a su mujer
George Clooney despidiendo a su mujer
Algunas veces tenemos tantas cosas alrededor de nuestro día a día que no somos capaces de ver aquello que de verdad es importante. Intentar entenderlo todo o gastar nuestro tiempo enfadados porque las cosas no son como queremos que sean, es inútil, sólo traerá frustración, sufrimiento y dolor. Para saber vivir, hay que entender que las cosas son como son y que tenemos que actuar de la manera más acorde con nosotros mismos. Sólo así, viviremos en paz, por muchas cosas que pasen.

Como dato curioso, la película fue todo un éxito de taquilla en el año de su estreno, allá por el 2011. Recaudó casi 200 millones dólares con un presupuesto de 82 millones. A veces queda claro que no se necesita siempre una superproducción para convertirse en toda una sorpresa. 

Los descendientes es un reflejo perfecto de todas estas ideas. Una situación límite que te puede pasar a ti o a cualquier otra persona de tu entorno. Como un día, todo se tuerce prácticamente sin poder hacer nada o sin que tú hayas tenido nada que decir. Llegas y te encuentras con la situación. No siempre tendremos todas las herramientas para solucionar los conflictos internos que tengamos ante un problema, pero sí que podemos hacerlo lo mejor posible siempre que esté de acuerdo a nuestros valores. 
Acepta y deja ir si es lo que te conviene. La película es perfecta para todos aquellos que se encuentren en situaciones similares de duelo, o como lección interna para dejar ir lo que nos hace daño. 

XOXO SoldieRyan

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2 comentarios

  1. Me encanta el enfoque que das a tu espacio. Me gusta que se reflexione sobre lo que aporta cada película que nos traes. Cómo lo humano se respira. Es alentador además que esa humanidad esté en primer plano.
    Respecto a la película en sí, la vi en su momento y me gustó, recuerdo que tiene un poco de todo, altibajos dramáticos, comicidad medida, situaciones que incitan al lagrimón... De «jolibú» no todo lo que sale es plano y prescindible, al menos entonces. Viva el cine y viva enfocado con tu visión curiosa, perspicaz y humana. Un abrazo.

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    1. Pues nada, yo que me alegro que te guste, compañero, y sí, viva el cine.
      Un abrazo

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