Cine y español y prejuicios

by - mayo 10, 2017

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Durante años he evitado ver películas en español, no sé muy bien por qué. O sí. Tal vez fuera porque desde que soy pequeño, en casa, me han dicho que el cine español no era bueno. También puede ser que se deba a que los americanos se venden muy bien, y nos dan cuarenta patadas con el marketing. Quizás sea porque todas las películas se parecían mucho, o eso pensábamos. Fuera por una razón u otra, para mí no gozaba de buena fama. Y el cine es como la vida; hay que arriesgarse para ver si aquello que dicen los demás es cierto o no, hasta que no lo compruebas por ti mismo, no puedes tener una opinión. Mucha gente repite como loritos aquel famoso argumento de "en el cine español sólo saben enseñar tetas y hablar de la Guerra Civil", pues quizás en una época eso pensaba la gente, y también que fuera cierto incluso, que ese tipo de cine se repitiera una y otra vez. Pero echa un ojo a la cartelera, y opina tú mismo.

Acabo de ver El desconocido (2015), un intenso thriller ambientado en Coruña, en el que Luís Tosar interpreta a un banquero que es secuestrado en su propio coche con la amenaza de una bomba bajo su asiento, que estallará si se levanta. Un argumento más que hollywoodiense, y aquí tenemos a nuestros profesionales de la industria del cine haciendo una película que no tiene nada que envidiar al coloso estadounidense.



Como esta, muchas películas, la lista es larga: Tarde para la ira (2016), La isla mínima (2014), El niño (2014), Grupo 7 (2012), Que Dios nos perdone (2016), Cien años de perdón (2015) o El guardián invisible (2017), de la que ya hablé, y estas son las que me vienen a la cabeza. Thrillers y acción que se dan la mano con facturas impecables. Todas aquellas excusas de que el cine español era cutre, o que todo eran chistes verdes, o que no se oyen bien las voces de los actores, se pueden quedar atrás y lo han demostrado con hechos. O con películas. Escenas de acción trepidantes, recursos, interpretaciones intensas y creíbles, en fin, todo lo que necesita una buena película.

Cartel de la película El desconocido (2015) con Luis Tosar y Javier Gutiérrez
Cartel de la película El desconocido (2015) con Luis Tosar y Javier Gutiérrez


Sin embargo estoy seguro de que los prejuicios hacia el cine patrio, aún tienen mucho peso en la decisión de algunos espectadores para decantarse por una u otra cosa. Sigue tirando a veces más el marketing de Hollywood con sus estrenos, y que muchas veces la calidad es inferior, pero si viene con ese sello, pues ya está, ¿no? Se estrenan demasiadas películas cada viernes en nuestros cines, lo cuál hace más difícil lograr destacar algo autóctono entre tanto poder que tienen las majors estadounidenses. Por eso es aún más meritorio lo que consiguen algunas películas; convertirse en taquillazos.

Lo que le pasa al cine español, es lo que pasa muchas veces con otras tantas cosas de la vida. Tienes una idea preconcebida de lo que va a pasar, de que la película se va a escuchar mal, que se va a ver todo falso, que va a parecer cutre o que los actores y actrices no estarán a la altura; en resumen, no te das la oportunidad de disfrutar de algo que quizás sea bueno. Pero para poder vivir esa oportunidad, tienes que probar primero, si no, nunca lo sabrás. 

Es curioso cómo cuesta arriesgarse tantas veces, y aunque pueda parecer una tontería, con el cine español pasa algo similar. Simplemente se tiene tan interiorizada una idea, que la respuesta automática es el rechazo, porque durante años y años se ha vendido esa mala imagen; que lo que hacemos aquí no merece la pena. Por suerte y a base de películas y películas, se ha ido demostrando que poco a poco, esas ideas eran falsas. Una película española puede lograr emocionarte igual o más que cualquier otra, y la razón es muy sencilla: las emociones son universales, y si hay buenos profesionales detrás, tocando las teclas adecuadas para conectar con el espectador y que interesen las historias, no importará el origen de la película.

Fragmento de la película Que Dios nos perdone (2016) con Roberto Álamo y Antonio de la Torre
Fragmento de la película Que Dios nos perdone (2016) con Roberto Álamo y Antonio de la Torre


Al fin y al cabo, lo que marca el éxito o el desastre de una película, no es simplemente la publicidad, eso sólo ayuda a que la gente acuda en masa la primera semana de estreno. Luego, si la película es un desastre, se desinflará en taquilla y no seguirá dando rentabilidad, y en una época en la que se busca el éxito inmediato, con la misma rapidez que lo que se tarda en olvidarla, manda la publicidad. Pero lo que realmente marca que una película destaque por encima de todo el montón de cine que hay nuevo en las pantallas cada semana, es que conecte con el público, y el cine español en realidad lo tiene fácil. 
Por ejemplo, El desconocido tiene como trasfondo la crisis financiera, que llevó a muchas personas a perderlo todo y a demonizar a los bancos, echando la culpa a la gente que trabajaba en esas oficinas, aprovechándose del dinero de los trabajadores. Esa situación tan familiar, ayuda a que la gente conecte con la historia y pueda entender mejor la situación.

Hay multitud de historias que se han contado y han sabido enganchar al público, para que semana a semana la gente acuda a verlas. Hay taquillazos y excepciones, como el fenómeno Ocho apellidos vascos (2014), pero precisamente por ello fue una sorpresa: conectó con el público porque se sentía identificado y la gente la recomendaba. No en vano es una de las más taquilleras de la historia en nuestro país.

Imagen promocional de Ocho apellidos vascos (2014), un éxito del cine español
Imagen promocional de Ocho apellidos vascos (2014), un éxito del cine español


Hay que aprovechar el talento y la generación dorada de profesionales que tenemos ahora en la industria, y brindarle la oportunidad que se merece. Es importante arriesgarse y tirar abajo esos prejuicios para ver cine español y promocionarlo tanto aquí como fuera de nuestras tierras. Hemos hecho películas muy buenas en los últimos años y de calidad y factura excelentes, que merecen la pena ser vistas.

Llevo varias veces en las que no me han decepcionado ninguna de las películas españolas por las que he apostado, y es curioso porque no puedo decir lo mismo del cine estadounidense que he visto más reciente. Tal vez sea porque veo la película sin ninguna expectativa o con cierto recelo incluso, y me acaba sorprendiendo. Sinceramente, me alegro de estar derrumbando esos prejuicios y tener la oportunidad de disfrutar del cine de casa.

XOXO SoldieRyan

PD: tráiler de Oro, el próximo éxito (?) del cine español



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