¿Cómo sentimos el cine?

by - mayo 03, 2017

salvando al soldado ryan, festival inclús de cine y discapacidad en Barcelona
Conferencia "Sintamos el cine" del festival Inclús

Normalmente no caemos en cuenta, pero hay personas que a lo mejor, tienen dificultades para ver el mundo tal y como lo vemos nosotros. En la sociedad actual hay muchas personas que tienen algún tipo de discapacidad sensitiva, y ya no hablemos de discapacidad cognitiva. En este blog alguna vez me he hecho eco de eventos que ligan el cine con la conciencia social para dar visión y espacio a diferentes colectivos que tienen un difícil acceso al cine, como por ejemplo a los deficientes auditivos -personas sordas-, que por mediación del Festival Black Panther de Granada (del que ya hablé en el blog tras asistir) querían dar visibilidad y reivindicar que tienen derecho a ir al cine y disfrutar de las películas. Y por otro lado, también tuve la oportunidad de colaborar con el Festival Inclús de Barcelona, sobre cine y discapacidad, tal cuál. Me gustaría reflexionar acerca de cómo se puede ver el cine con otra perspectiva.

En este post no se pretende sentar cátedra ni marcar tendencia, únicamente compartir una experiencia personal y una reflexión acerca del cine y la discapacidad. Por mediación del Festival Inclús, que se celebró en diciembre de 2016, pude asistir como voluntario a una conferencia titulada "Sintamos el cine", cuya finalidad era ponerse en la piel de personas con discapacidades sensitivas (invidentes, sordas, etc) y ver una película


Obviamos -porque normalmente ya lo tenemos- que el cine es una experiencia audiovisual que suele requerir de dos sentidos principalmente: la vista y el oído. También es cierto que las salas de cine tendrían que estar correctamente habilitadas para que personas con discapacidad física pudieran acceder sin problemas, pero ese es otro tema. Una película vista sin poder ser vista y/o sin poder ser oída, nos llega completamente distorsionada. Y se subestima el poder tanto de la imagen, como del sonido.

Niños en una sala de cine adaptada a personas con movilidad reducida
Niños en una sala de cine adaptada a personas con movilidad reducida 


Antiguamente el cine era mudo, con lo que todo se reducía a la imagen, pero con la incorporación del sonido allá por los años 30, se abrió toda una vía de posibilidades artísticas que podían convertir el visionado de una película en una experiencia única. Imagina una persona invidente (ciega) que no puede ver ninguna imagen de la película. Se centrará en el sonido, que es lo que percibe mejor, ¿no? O una persona sorda, que se centrará en las imágenes para entender lo que está viendo en pantalla. 

Fue muy curioso asistir a esta conferencia, puesto que muchos de los espectadores eran también personas con discapacidad, y el experimento consistía precisamente en proyectar películas o bien sin imagen (codificada, distorsinada, etc.) o sin sonido, con lo que sólo tenías la imagen para apoyarte. Era interesante ver, cómo aquellas personas con discapacidad que se encontraban entre el público, llegaban a conclusiones bastante certeras en cuanto a lo que se estaba proyectando en realidad. En cambio, las personas que no tenían ningún tipo de discapacidad, muchas veces obviaban detalles importantes, sobre todo del sonido, y por tanto no eran capaces de prestarle tanta atención y entender lo que se mostraba del mismo modo. 

Está tan interiorizado el sonido en las películas y en nuestras vidas, que nos apoyamos demasiado de la imagen, pasando por alto la cantidad de información que se puede extraer únicamente con el sonido de la película: presencia de alguien, cercanía o lejanía de la acción que transcurre en pantalla, los objetos que aparecen, los movimientos, etc, todo ello sacado con el sonido. La imagen tiene tanta fuerza que nos hace quitarle atención a otros sentidos que están ahí, dependemos demasiado de la vista, y hay personas que día a día viven sin ella. 

Con una imagen borrosa o distorsionada, que no permita ver claro lo que se está mostrando, no queda más remedio que afinar el oído e intentar entender qué estamos viendo. Pues bien, de esta manera en la conferencia, se pretendía que todos los espectadores estuvieran en igualdad de condiciones. Un experimento interesante que permitía ver el contraste entre la especial atención que mostraba el público invidente con respecto a los sonidos, y cómo el público que veía correctamente se intentaba agarrar a la mínima imagen -aunque fuera muy borrosa- por sacar alguna posible conclusión. 

Personas invidentes en una sala de cine, con audiodescripción en sus oídos
Personas invidentes en una sala de cine, con audiodescripción en sus oídos

Por desgracia, en el día a día esta igualdad de condiciones para afrontar la experiencia de ver una película no está tan presente. Las personas invidentes se tienen que enfrentar muchas veces a la imposibilidad de ver películas audiodescritas, especialmente para ellos, o las personas sordas tienen dificultades para encontrar películas subtituladas al español, por ejemplo, salvo que sean en versión original. 

Gracias a iniciativas como las del Festival Inclús, con su idea de igualar por un rato a todos los espectadores sin distinción, puede uno tomar conciencia realmente de los problemas que tienen las personas invidentes para ver una película, y el esfuerzo que tienen que hacer para entender aquello que se cuenta, sin demasiada ayuda.

Y resulta aún más sorprendente cómo se puede pasar por alto algo tan importante para una obra audiovisual (en este caso, una película) como es el sonido, que es prácticamente la mitad de la pieza en cuestión. O sea, gracias al sonido se puede también extraer un montón de conclusiones de la historia, y cuanto más elaborado esté y más atención se le presté, con más elementos se puede jugar para componer una película. 

Así que, ¿cómo sentimos el cine sin imágenes? Prestando más atención a lo menos obvio y a lo que más poder de sugestión tiene, como es la imagen, y estando más atentos a todos los estímulos, que si uno se para un poquito y se da cuenta, ahí estarán.

Era un tema que he tocado con cierto retraso, ya que tenía intención de escribirlo antes (mucho antes!) pero al final el tiempo y asuntos personales me lo han impedido. 

XOXO SoldieRyan



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