El fenómeno vintage
Estamos viviendo una extraña época en la cultura pop actual. Los años ochenta y noventa, aquello que tiempo atrás se veía como antiguo y hortera, vuelven a estar de moda. Todo lo que se relaciona con aquel momento de nuestras vidas (para los que lo hemos vivido) resulta que ya no es carca ni cutre, ahora es moderno y actual. Si cuando eras adolescente, ser friki era un problema, resulta que ya no, ahora se le dice nerd o geek, y con orgullo. Y el cine no es ajeno a ello, puesto que también ha sido invadido por una ola de elementos ochenteros y noventeros. ¿Regreso al pasado?
Todo el mundo conoce o ha visto Stranger Things, una de las
series más famosas que la plataforma de TV Netflix produjo el año pasado. Se
trataba de una serie ambientada en los años ochenta, protagonizada por una
pandilla de chicos de un pueblo cualquiera (inventado, de hecho) de los EEUU, y
de la que ya hablé en esta página. El éxito de Stranger Things se debe sobre
todo, a ese refrito de la cultura pop de los ochenta que tan sabiamente, mezcló
en toda su primera temporada. De hecho, el éxito fue tal, que para el mes de
octubre ya está preparado el estreno de la segunda.
Películas como ET (1982), Los Goonies (1985) o Cuenta conmigo (1987), eran
algunas de las referencias de las que bebía esta fantástica serie. Pero no fue
el único caso. Cazafantasmas, la versión femenina del clásico de los ochenta,
se estrenó en 2016. Este año también, se estrenará en los cines Blade Runner
2049, la secuela directa de aquella película de Ridley Scott de 1982, que aunque ahora
es una obra maestra, en su momento fue brutalmente incomprendida. Y no son
pocos los ciclos de cine, que exitosamente, muchas exhibidoras dan actualmente,
re-estrenando La historia interminable (1984) con este proyecto en Sevilla con la colaboración de los compañeros de 35 milímetros, Regreso al futuro (1985) y otras joyas de
aquella hornada. Pero la pregunta clave es, ¿por qué vuelven a estar de moda?
Los Goonies (1985) uno de los clásicos del cine infantil de la época |
Con el paso de los años, normalmente el tiempo pone las
cosas en su sitio. Es muy probable que, en aquellos, nadie podía predecir el
fenómeno que se está viviendo ahora, es decir, no eran conscientes de estar viviendo
una de las mejores épocas en cuanto a cultura y arte se refiere. Los ochenta
supusieron el punto de inflexión en muchos ámbitos por aquel momento nuevos, de
la sociedad moderna. Desde los videojuegos, los ordenadores, los libros, la
televisión, y obviamente pasando por el cine. Ready Player One, la futura adaptación al cine que ha realizado Spielberg y que se estrenará en 2018, sobre el libro homónimo, tratará precisamente esta temática.
Precisamente en el cine, se vivió una década prodigiosa si
hablamos de los ochenta. Una gran cantidad de películas que aún a día de hoy,
sorprende por el nivel y lo bien que mantienen el tipo a pesar de los años que
han pasado. Seguramente, y aunque esto sea muy aventurado, muchas de las
películas que se estrenan actualmente, no aguantarán tan bien el paso del
tiempo. Esto se puede deber a diversos factores, que vamos a desglosar a
continuación, o al menos, intentarlo.
Se venía de unos años que revolucionaron el cine comercial,
tal y cómo se conocía, gracias a la generación de directores que inventaron,
por así decirlo, el concepto de blockbuster y que es la idea de cine de entretenimiento, que prácticamente y salvo por algunos cambios, ha llegado
hasta nuestros días. Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, George Lucas,
Martin Scorsese, James Cameron o Brian de Palma son solo algunos de aquellos
hombres, directores que, a día de hoy, son considerados unos genios pero que en aquellos años cuando empezaban a despegar, se podría decir que eran visionarios. Todas las películas que realizaron, marcaron hitos en los
respectivos géneros en los que se englobaban. Ciencia ficción, terror,
aventuras, fantasía, drama, cine negro, etc. Debido a ello, el público empezó a
interesarse por toda una suerte de películas que eran nuevas y contaban las
cosas de otra manera.
Imagen de Blade Runner (1982) un hito de la ciencia ficción |
Además de ello, estos grandes realizadores coincidieron con
el surgimiento de otros, que venían de la realización de videoclips, donde
realmente se podía innovar mucho a nivel visual, y que se pasaron al séptimo
arte, dando nombres como Ridley Scott, Tim Burton, Joe Dante o David Fincher,
que seguro que también sonarán al lector. La combinación de estas dos
generaciones, supuso el catalizador para que Hollywood se impregnara de gente
con talento y ganas de contar historias de una manera diferente, substituyendo
la agotada fórmula de cine clásico comercial, por innovadoras maneras de
plasmar en pantalla guiones muy entretenidos.
Las posibilidades que abrieron los efectos especiales, que
en aquellos años empezaron a despuntar, dando una interesante combinación entre
los primeros compases del CGI por ordenador, y los artesanos que realizaban
maquillajes y prótesis espectaculares, cuando no directamente criaturas hechas
a mano con un resultado más que sorprendente. Aún años después, resultan más
creíbles que películas mucho más actuales y que se sonrojan al lado de estos
clásicos. Por ejemplo, la fundacional Parque Jurásico (1993) le da mil patadas
a Jurassic World (2015) en cuanto a realismo de sus dinosaurios.
Uno de los instantes más míticos de Parque Jurásico (1993), con el T-Rex atacando a los coches de los protagonistas |
Pero no sólo de directores se vivió ese cambio, ya que el
público también tenía mucho que decir. De hecho, gracias al espectador
precisamente, muchas de las películas son hoy lo que son, aunque otras han
tenido que pasar años para ser reconocidas por su verdadero valor. El truco que
usaron estas películas para calar tanto y convertirse en los iconos que son hoy
en día, es algo que parece haberse olvidado en el cine actual: el respeto al
espectador incluyendo a todo el mundo.
De una manera sorprendente, muchos de los grandes éxitos de
la época, eran para todo tipo de público; adultos y niños, y sin embargo, no
excluía a ninguno por su tema y tono. Familias enteras disfrutaban de La Guerra
de las Galaxias (1977) o En busca del arca perdida (1981), el adulto sin
sentirse insultado por que la historia y los personajes fueran demasiado
simples, y los niños no se aburrían porque la historia pretendiera ser
demasiado intensa y adulta.
Chewaca, Luke Skywalker, Obi Wan Kenobi y Han Solo, algunos de los principales protagonistas de Star Wars (1977) |
Esa inocencia naif de ese tipo de películas, es algo que hoy
en día se recuerda con cariño, y muchos han querido recuperar con mayor o menor
éxito, en películas actuales. En el caso de Stranger Things, funcionó como
un reloj el tono y tema, pero no todos pueden decir lo mismo. No en vano, El despertar de la fuerza (2015),
el episodio VII de la saga galáctica, es un calco prácticamente de una fórmula que ya
funcionó en la cinta que dio origen a todo: La guerra de las Galaxias (1977)
y precisamente, lo que más se criticó fue eso, la descarada copia en la
historia, como ya dije en el blog. El cariño por el trabajo bien hecho, y que muchos de los responsables
de las películas de aquellos años (actores, músicos, directores de fotografía,
etc) sigan trabajando hoy en día, es reflejo de la calidad de aquellos
trabajos.
La combinación de todos estos factores, podría considerarse
como la razón por la que hubo tal hornada de películas en los años ochenta.
Últimamente se comenta mucho la falta de imaginación en el cine y la
simplicidad de algunas películas. Muchas secuelas de películas ya existentes,
adaptaciones de cómics, de libros, remakes de originales de hace años o
reinicios de franquicias, es lo que puebla la cartelera actual. Precisamente,
por eso los años ochenta se recuerdan con tanto cariño por las personas que
disfrutaron de aquella época del cine.
Evolución de las 10 películas más taquilleras en el mercado estadounidense |
Sorprende hoy en día, cuando los jóvenes tienen la
oportunidad de descubrir esas joyas del séptimo arte, cómo alucinan con lo que
se rodaba y estrenaba aquella década. Básicamente, la calidad del cine actual
está muy lejos de alcanzar la gloria de aquellos años, así que tanto las
generaciones nuevas de espectadores, como las nostálgicas de los ochenta y que
vivieron cuando eran pequeños o jóvenes aquellos estrenos, prefieren reverdecer los laureles
con esas películas, aún sorprendentes.
El poder de la nostalgia es aún más fuerte, si el presente que vivimos no es
mucho mejor a aquellos maravillosos años.
2 comentarios
Hola Adonai
ResponderEliminarEstamos vivido de nuevo esa época porque falta imaginación hoy en día. Y oye, yo estoy encantada. "Stranger Things", es la serie que toda una generación soñamos. Tengo muchas ganas de ver la segunda temporada, aunque con algo de miedo.
Saludos!
Hola Éowyn!
EliminarPor desgrcia, todo lo que nos dan no está al nivel de "Stranger Things", yo es que empiezo a ser partidario de acostumbrar al público a ver otras cosas, porque si no, nos van a idiotizar.
Saludos!