El guerrero pacífico: 5 lecciones para aprender a vivir

by - mayo 30, 2018


Hay películas que aparecen en el momento oportuno. A veces, una historia pequeñita, que en otros momentos no te llamaría la atención, un día decides darle una oportunidad. Harto de ver El guerrero pacífico (2006) en todas las listas habidas y por haber de cine para reflexionar de la vida y otros sinónimos, me decidí a darle una oportunidad. Y qué buena decisión. Pocas películas me han removido tanto por dentro como esta historia real que en forma de película, deja no pocas enseñanzas para vivir. Sin embargo, voy a resumirlas en 5 lecciones para vivir que se pueden extraer acerca de la historia de este guerrero pacífico.

La película está basada en un libro de Dan Milmann, casi autobiográfico, porque él es el protagonista de la historia, pero interpretado por Scott Mechlowicz. A modo de lecciones, impartidas por un misterioso anciano con los rasgos de Nick Nolte, y apodado Sócrates, Dan aprenderá todo lo necesario para llevar una vida plena. 

1. La felicidad está dentro de ti.

El guerrero pacífico arranca con Dan Milmann, un joven y talentoso atleta que parece tenerlo todo en la vida para sentirse feliz: éxito, buen físico, mujeres y una prometedora carrera en el mundo del atletismo profesional. Su aspiración personal es ganar la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, se siente solo y con una extraña sensación de vacío dentro de él, por lo que a pesar de vivir rodeado de todo lo que puede desear, en principio, no es feliz. Tras conocer a Sócrates, éste le formula la pregunta clásica: "¿eres feliz?" Dan, sin tener una respuesta clara sobre este tema, es incapaz de responderle. 
La felicidad es algo que nos empeñamos en perseguir y a lo que adjudicamos un valor, basado en las cosas externas que creemos que nos darán felicidad. "Cuando consiga esto, seré feliz", "cuando tenga pareja-trabajo-buen sueldo-un piso, seré feliz". Al final, proyectamos todos nuestros anhelos hacia el exterior, creyendo que lo que consigamos, nos hará felices. En realidad, la felicidad está dentro de nosotros y es nuestra responsabilidad alcanzarla, no darle ese poder a cosas externas, que cuando no tengamos, nos producirán infelicidad, y aún así al tenerlas, lo seguiremos siendo porque no nos llenará de manera permanente. 
Por eso es tan importante que cada persona trabaje en su propio bienestar y en su propia paz, y encuentre lo que de verdad quiere, y no lo que la sociedad o su entorno determina que es bueno para él. Y es en esa paz donde la felicidad nacerá. 


2. Sacar la basura de la mente

A lo largo del día tenemos millones de pensamientos aleatorios y el principal problema es que muchos de ellos son negativos con respecto a nosotros mismos. Pensamientos que nos dicen lo poco válidos que somos, miedos que llevan años con nosotros y que no hemos querido afrontar por la ansiedad que nos provoca el mero hecho de pensarlo. Todo eso, a lo largo de los años, termina por afectarnos y por dar una imagen de nosotros mismos, que aunque sea alejada de la realidad, terminamos por creernos. 
Lo más curioso, es que en realidad, nuestra mente no somos nosotros mismos, pero mucha gente tarda años en entenderlo. El problema radica en la identificación con lo que pensamos acerca de nosotros, y por desgracia, no es bueno. Hay que hacer un trabajo personal diario de cultivar un pensamiento positivo (y realista) pero nunca algo que nos castigue. Porque al final, seguro que muchas de las cosas que nos decimos a nosotros mismos, no se las diríamos a nuestros seres queridos, y aún así, nos castigamos pensando mal acerca de nuestra persona. 
Por eso, hay que sacar toda la basura que tenemos en la mente, para poder cambiar la manera en la que nos relacionamos con los demás y con nosotros. Eliminar todos los prejuicios, o desmontarlos, y convivir con esos miedos, para que cuando los toquemos, sintamos como desaparecen.
Al final, todas las cosas, absolutamente todas, son mucho peores cuando las imaginamos en la cabeza. 


3. Trascender el ego

Aunque esto pueda parecer muy "hierbas", en El guerrero pacífico hay una escena de la película muy representativa de esto. En un momento dado, Dan ha sufrido un accidente de moto, y ha terminado con un clavo en su pierna. Es por eso que todos sus sueños acerca de conseguir el Oro y poder participar en los Juegos Olímpicos se van al garete, ya que lógicamente no puede hacerlo, al menos no en ese momento. 
Tras sufrir ese despertar de la realidad, se siente perdido, herido y sin rumbo, porque ya no puede lograr aquello que desea, y que él creía que iba a hacerle eternamente feliz. Entonces, cuando se ha dado cuenta de que no va a poder participar y conseguirlo, sube a la torre del reloj, probablemente con la intención de suicidarse. Pero allí se confronta con otra persona, que resulta ser él mismo.
La escena no puede ser más simbólica. El ego le hace ver que no tiene miedo a nada, y se cree superior y muy seguro de sí mismo, pero cuando Dan se da cuenta de que debe soltar al ego, porque todo eso son creencias falsas sobre él mismo, y una falsa seguridad y personalidad con la que se identificó para vivir, el ego se siente aterrorizado, y le lanza preguntas muy significativas: "¿qué estás haciendo? ¿sabrás quién eres sin mí?" Y entonces, lo suelta. Con total humildad, Dan reconoce que no tiene ni idea de lo que está haciendo, y que no sabe quién será si suelta a todo aquello que le ha identificado hasta ahora, pero tiene claro que debe hacerlo.
A partir de ese momento, y aunque tiene mucho miedo y eso le hace llorar, es más libre para vivir la vida que decida. 


4. El camino aporta la felicidad

Estamos tan empeñados en conseguir un objetivo, sea el que sea, que no nos damos cuenta de que en el camino hacia ese objetivo, al que volvemos a darle el poder para hacernos felices, está en realidad la lección. Es en los procesos por los que pasamos durante la vida, para ir de un punto a otro, donde realmente nos conocemos y encontramos con nosotros mismos, y donde nos equivocamos y podemos aprender de los errores para la próxima vez hacerlo de manera distinta.
Pero si estamos tan concentrados en el objetivo a largo plazo, dejaremos de estar pendientes de aprender la lección y de seguir hacia adelante. 
Lo importante en la vida no es lograr lo que queremos, cuando incluso muchas veces no es ni nuestro, si no en aprender del camino. 

5. Vivir en el presente

Y la que puede que sea la lección más importante de todas. Vivimos en un mundo que busca una seguridad en el futuro, y estar recordando el pasado. Nos culpamos por haber hecho las cosas de un modo en algún momento de nuestras vidas, y nos preocupamos por lo que pueda pasar en el futuro, sin darnos cuenta de que en el único momento en el que podemos cambiar las cosas, es en el presente.
Solo en el presente puedes cambiar lo que piensas de ti mismo, y de lo que te rodea.
Solo en el presente puedes decidir hacerte responsable de ti.
Solo en el presente puedes actuar para conseguir resultados.
Solo en el presente puedes aprender para vivir mejor contigo mismo.
Solo en el presente puedes apostar por tu bienestar.
Todo lo demás, no es real. Por mucho que nuestra cabeza se preocupe por posibles futuros, que ni siquiera sabemos si serán reales, o por mucho que nos obsesionemos con el pasado y lo idealicemos, o aunque te concentres solo en conseguir un objetivo, sin fijarte en todo lo que estás aprendiendo hasta conseguirlo.
Lo importante y el único momento en el que realmente puedes sentirte contigo mismo y cuidarte a ti, para cuidar a los demás, es el presente, todo lo demás, no es nada más que la mente jugando a distraerte. 


Todas estas lecciones, pueden extraerse viendo la película El guerrero pacífico. Realmente es una historia que, aunque a priori parece pequeñita y lejos de todas las grandes producciones que nos bombardean, enseña grandes cosas a tener en cuenta para vivir más felices o, al menos, estar en el camino de lograrlo.
Si tenéis la oportunidad de verla, no la dejéis pasar, y entenderéis por qué siempre aparece en todas esas listas sobre cine motivacional. Si la ves en el momento adecuado, te cambia la vida.

XOXO SoldieRyan

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