El ritmo: Z, la ciudad perdida

by - mayo 19, 2017

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No tengo claro si puede significar la inauguración de una nueva sección, pero me parece un tema interesante a tratar. Para conectar con una película, debe interesarte lo que te cuenten como mínimo, si no sentirte identificado, que eso es a lo que aspira cualquier creador; que conectes con su obra. Hay películas que son técnicamente perfectas, tienen un buen guión y unas interpretaciones decentes; en resumen, no se les puede achacar nada malo, salvo una pequeña imperfección. Por el motivo que sea, no terminas de conectar con lo que estás viendo, no salta esa chispa para mantenerte pegado a la butaca, y en este caso, Z La ciudad perdida (2017) justamente adolece de eso a lo que se le suele llamar falta de ritmo.

Para que una película sea mala, se tienen que cumplir ciertas condiciones obvias y que saltan al ojo del espectador prácticamente más casual en esto de ver cine. Un guión con más agujeros que las sudaderas de Luke Cage (chiste interno), actuaciones al nivel de un anuncio de Bertín Osborne, o que todo parezca más falso que un billete de 30 euros. Eso cualquier ojo humano lo ve. Sin embargo, existen aquellas películas que plantean otro problema, quizás más grave. No sabes muy bien por qué, pero no terminas de sentirte interesado por la historia, todo te parece superficial y la mente se te va a otra parte, porque te interesa más pensar en la compra de la pescadería que tienes que hacer al salir del cine, que lo que estás viendo. El cine, al fin y al cabo y entre otras muchas funciones, sirve para evadirse. Si una película ni siquiera es capaz de cumplir esa función, cuando aparentemente no aspira a más, mal vamos.




Z La ciudad perdida (se estrenó el 5 de mayo) parte de una historia real: los últimos 25 años de vida del explorador inglés Percy Fawcett, empeñado en su búsqueda de una mítica ciudad que supuestamente se encontraba en el nacimiento del río Amazonas, entre Bolívia y Perú. Una historia apasionante sobre el papel, y probablemente la vida de este individuo también lo fuera. Pero lo que queda en la película no son más que fragmentos en el tiempo de la vida de Fawcett sin tener demasiado sentido entre sí. Es una pena que una película con un buen punto de partida, acabe en un quiero y no puedo. Pero vamos a desgranar este problema. 

La película en cuestión está dirigida por James Gray, responsable de La noche es nuestra (2007) o La otra cara del crimen (2000), películas muy bien rodadas y con unas historias interesantes sobre las calles y la delincuencia. Z es su primera incursión en el cine histórico, y la crítica profesional habla maravillas del estilo de Gray. Lo que el espectador puede apreciar de la película, es que ciertamente hay planos bellos, hasta hermosos, y poco más. Hay un montón de ideas interesantes dispersas a lo largo de la trama que no tienen más desarrollo, y la vida de Fawcett -interpretado con solvencia por Charlie Hunnam, en un papel pensado para Brad Pitt- parece más una serie que una película. 

Robert Pattinson y Charlie Hunnam en una escena de la película
Robert Pattinson y Charlie Hunnam en una escena de la película


La parte más interesante, es justamente la que pasa en el Amazonas, y durante el metraje viaja hasta tres veces, pero el director y también guionista en esta ocasión, quiere contar demasiadas cosas, incluir demasiados momentos, con lo que la sensación de continuidad de la historia pierde todo su sentido. De hecho, se hace hasta repetitivo el mecanismo: viaje, vuelta, viaje, vuelta, viaje. Y los personajes, que decir de los personajes. Los actores están bien todos ellos, incluso Robert Pattinson sobresale mucho, entre su caracterización y el carisma que el actor aporta a su papel, me sorprendió gratamente. Deseas que aparezca más en la historia, y volvemos a lo mismo: ideas buenas desaprovechadas porque al final tiene menos cuota de pantalla de lo esperado, y tiene sentido, porque no es el protagonista.

Toda esta desconexión entre una escena y otra, hace que los personajes vaguen por la historia, muy intensos y entregados, sí, pero sin sentido. Muchas veces es más sencillo que el espectador coja cariño o conecte con un personaje con una continuidad clara y una evolución, a intentar forzar que un protagonista que actúa de una determinada manera sin venir a cuento, salvo porque el guión lo indica, caiga bien a la platea. Eso pasa en esta película y es un error garrafal. 

Tom Holland (izquierda) interpreta al hijo Percy Fawcett (Charlie Hunnam, a la derecha de la imagen)
Tom Holland (izquierda) interpreta al hijo Percy Fawcett (Charlie Hunnam, a la derecha de la imagen)


No se puede decir que sea una mala película, de hecho no lo es, pero entristece que una historia tan potente, con unos actores entregados acabe siendo lo que es. En la trama pasan muchas cosas, no en vano se intentan resumir 25 años en dos horas y cuarto justitas, pero aún así tiene momentos lentos, porque se alargan escenas que no interesan. Si hubiera habido un cariño previo por el personaje y por que el público se interesara por su destino, no parecerían escenas alargadas hasta la saciedad o innecesarias. 
Otro caso a comentar, son las motivaciones del protagonista para convertir su vida en una aventura constante para encontrar la ciudad perdida. En el cine se han visto búsquedas mucho más enfermizas y de menor calado humanitario que esta. Se trata tan por encima que no terminas de entender porqué ese afán de Fawcett por perder tantos años de su vida en estos viajes lejos de su familia y su perfecta vida de militar. 

El auténtico Percy Fawcett en una foto de archivo
El auténtico Percy Fawcett en una foto de archivo

El tema del ritmo no es balahí, no es sencillo saber encontrar el punto exacto en una película. Muchas abusan de demasiada acción o demasiados personajes, saturando al espectador de esta manera. A veces menos es más, y en este caso en particular, muchas menos cosas que contar y que realmente tampoco eran necesarias, hubiera sido mucho más interesante. En vez de intentar narrar todos los viajes que realizó Fawcett, explicar únicamente uno, o centrarse en una parte de la historia, ya fuera la que sucede en la selva -que seguro que da para mucho más- o la que sucede fuera de ella, aunque está claro cuál era la más llamativa. Se podia identificar uno con el sufrimiento del personaje más fácilmente, narrando totalmente las penurias de los exploradores por aquellas inhóspitas zonas. Viendo el deterioro físico y mental que acompaña este tipo de expediciones. Eso es mucho más potente que tantos fragmentos de una vida tan intensa. 

Está claro que Z La ciudad perdida, no es una mala película, que quede claro. Pero todos sus puntos a favor, quedan reducidos a la mínima expresión por una falta de continuidad en la historia, lo que acaba convirtiendo a Z en una película lenta y prácticamente sin demasiado interés. Y es una lástima, porque la historia tiene miga, y el señor en cuestión fue todo un pionero. Si se hubieran desarrollado debidamente todas las ideas mostradas o insinuadas en la película, probablemente estaríamos hablando de una serie, y no sería mala idea. Sin embargo para una película, da la sensación de nada, de demasiadas cosas y que no logras conectar con ellas. No es ni una película de aventuras a la vieja usanza. 

Se subestima al espectador, se da por hecho que simplemente por mostrar algo bonito, este quedará prendando de la película y se interesará de manera automática por la historia. Para nada cierto, de hecho totalmente lo contrario; si no logras implicar a tu público en la historia, tomándote tu tiempo para desarrollar a los personajes y las situaciones, de manera que el espectador entienda porque pasa lo que pasa, has perdido en tu objetivo de entretener y has perdido a tu público. 

cartel promocional de Z, la ciudad perdida (2017), con Charlie Hunnam y dirigida por James Gray

Que James Gray sea bueno filmando, nadie lo discute.
Que Charlie Hunnam está intenso y se entrega en cuerpo y alma, tampoco lo duda nadie. Y los secundarios le ayudan en la labor.
Que la historia es interesante, y hasta cierto punto, absorbente, también queda claro si uno navega un poco por la Wikipedia acerca de la vida de Percy Fawcett
Pero todo eso no se tiene en cuenta, si tras dos horas y cuarto, sales aburrido.

Z La ciudad perdida, o cómo no contar una historia interesante.

XOXO SoldieRyan

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